15 octubre 2010

Cuidado con las emociones


Hace unos días escuché esta frase: “Somos tan felices como nuestras relaciones lo sean”.
Seguramente será verdad, pero a veces las relaciones son muy diferentes, hay relaciones de muchas clases y muchos niveles de relación. En una relación se pueden buscar intereses profesionales o comerciales y de esta forma, la comunicación es muy simple…………tomar un café, juntarnos para iniciar un proyecto, o simplemente realizar una tarea conjunta. Estas relaciones, no tienen sentimientos profundos, son superficiales y no suelen penetrar en nuestro interior, por tanto, no alteran nuestro comportamiento ni nuestra forma de ser, ni por supuesto, nuestro estado de felicidad.
Después está la relación donde ya intervienen los sentimientos o las emociones. Estas relaciones ya son mas complejas, en ellas nos movemos frecuentemente y accedemos de manera natural, como si no tuvieran importancia, sin embargo, salir de ellas es algo mas difícil. Las relaciones en las que intervienen los sentimientos, inundan todo nuestro interior y van calando en tu alma como la lluvia. De repente, te das cuenta que estás empapado y que no has podido hacer nada por evitarlo, pensando quizás, que la lluvia o que los sentimientos no penetrarían en ti. Pero las emociones, según los psicólogos, tienden a la acción y por eso cuando calan en nuestro interior nos sentimos obligados a hacer algo, a comunicar, a actuar y es muy difícil que cuando hemos llegado a esta situación podamos permanecer impasivos y ajenos a lo que nos está ocurriendo.
Probablemente sea esto lo que nos ocurre cuando nos enamoramos, vives tranquilamente y rodeado de cosas y de personas en una relación totalmente cotidiana hasta que un buen día te das cuenta que algo en tu interior ha cambiado. De repente, lo que hay dentro de ti ya no puede ocultarse ni transportarse cotidianamente. En ese momento, necesitas abrir tu alma y comunicar esos sentimientos. Si esos sentimientos son correspondidos, todo en ti se revoluciona y tu perspectiva sobre las cosas da un giro de muchos grados. A partir de ahí esos sentimientos actúan como motor de nuestras vidas y nos hacen actuar constantemente, es como si, de repente todo tuviera sentido, todo encajara como un puzzle y como si tu vida se hubiera trasladado a otra dimensión. Con el paso del tiempo esa emoción es absorbida, es asimilada y se ha convertido en saludable.
Pero que ocurre si ese sentimiento o esa emoción no es correspondida o es imposible, entonces una emoción o un sentimiento saludable se convierte en una emoción no saludable. Se convierte en recurrente y casi obsesiva y caemos en una desesperación, en un desaliento, incluso en una soledad que nos hace cada vez mas infelices. La tristeza se apodera de nosotros y nos sumimos en una profunda desesperanza.
Si uno no sabe identificar y manejar todas estas emociones, su vida puede ser un tormento, pero afortunadamente la psicología ha avanzado mucho en este campo y podemos encontrar ayuda con cierta facilidad y cierta dosis de colaboración por nuestra parte, aunque a veces no sea fácil.
El otro día escuché a alguien decir que tenía miedo a las emociones y que hay personas que se protegen de ellas por miedo a que se pierda el control y estén a merced de las mismas. Cuando lo escuché lo comprendí y lo entendí y supe que todos sentimos miedos a algún sentimiento y que es necesario sentirlos y comunicarlos para poder manejarlos y controlarlos. Abrirse a las emociones requiere mucha valentía y mucha seguridad en sí mismo. Démosle la bienvenida a las emociones pero cuidado porque nos están aportando mucha información que debemos analizar, dosificar y encauzar hacia un estado saludable y placentero.
Os deseo buenas emociones, buenas relaciones y que seáis correspondidos en todos vuestros sentimientos y de esa forma que vuestras relaciones os hagan totalmente felices.

1 comentario:

R. dijo...

Que bonita reflexión, hay que tenerle respeto a las emociones y saber manejarlas, o pueden apoderarse de tu tiempo y hacerte infeliz como dices. Aunque siempre queda la familia para curarte de nuevo el espíritu cuando te hacen mal :) Un beso