27 febrero 2009

Para tí Yolanda

La otra noche coincidí en La Habanera con Yolanda, le prometí que escribiría algo para ella y como lo prometido es deuda estas pocas lineas están dedicadas a ella. La verdad es que cuando uno pasa mucho tiempo en el Hospital es fácil relacionarse con otras personas que están en tu misma situación y mantener conversaciones típicas en la que nos preguntamos sobre el estado de nuestros familiares y deseamos su pronta recuperación. También es habitual que esas personas a las que has conocido, en esas circunstancias, no vuelvas a verlas o las veas algún día y ni te acuerdes de porque motivo las conoces. Sin embargo lo realmente agradable es que luego veas a esas personas y se acuerden de tu nombre, de lo que le pasaba al familiar con el que habías estado y algunos detalles mas que habías pasado desapercibido. Son personas que realmente se interesan por las circunstancias que te rodean y ponen interés en lo que te sucede.
A veces cuando me encuentro con estas personas admiro esa capacidad y sensibilidad para con otras personas y me gustaría ser como ellas. Yolanda es así, con poco tiempo de convivencia en el Hospital comprobé que había un lazo de amistad y de cariño por esos breves momentos que habíamos compartido preocupaciones y esperanzas.
Me agradó volver a verla, a preguntarnos por nuestros enfermos y poder apreciar como se alegraba de verme. Me gustó, saludarla y comprobar que una coincidencia en una habitación o en un pasillo de un hospital pueda ser el origen de una bonita amistad. Gracias Yolanda.

2 comentarios:

Evla dijo...

Hola, Pepe, he tardado en entrar en tu blog, pero hoy que tengo un poco de tiempo aprovecho para decirte que me has puesto la carne de gallina con la entrada anterior, y que, como Miguel Ángel, soy de la opinión de que hay que cambiar ese "Adiós" del final. Piensa que tu madre sigue contigo en el recuerdo, ya no físicamente, pero sí de otro modo. Nunca va a irse de tu lado. No sé qué supone perder a una madre, pero debe de ser muy, muy duro. Aun así, creo que hay que seguir adelante, como una madre querría que siguieran sus hijos.
Y veo que sigues tu camino a pesar del dolor. La vida es muy dura, pero a veces también te hace maravillosos regalos, como esa preciosa mujer que nos muestras a tu lado en la foto, como tus hijos, como tus amigos, que estoy segura de que los tienes a cientos. Y el recuerdo de tu madre, otra forma de vivirla y de disfrutar de su compañía. Te deseo mucho ánimo y entereza, y estoy segura de que los tienes.
Un abrazo a ti y a toda tu familia.

Anónimo dijo...

Gracias Evla, el adios ya esta cambiado por un hasta pronto y efectivamente mi familia y los amigos es la que, en estos momentos, te sirve de apoyo para seguir y comprender que tiene que ser así. Muchas gracias por tu comentario.