10 abril 2007

CUADERNO DE VIAJE II

Despues de comer descansamos un rato pero no se podia perder mucho tiempo porque habia que hacer fotos y el sol no esperaba. Mi hijo Jose María bajo conmigo al rio y le hice las primeras fotos y pudimos pasar un ratito juntos y disfrutando de lo que nos une fuertemente....., nuestro Tolibia, después se marcho con su pandilla de amigos, Vicente también se marcho a buscar a los suyos y yo me quedé solo con mi maquina de fotos, así que me fuí torrente abajo para sacar algunas fotografias, la tarde prometia mucho.


Mas tarde y una vez que el sol ya no permitia hacer fotos regresé a Tolibia. En el pueblo hay muy poco que hacer así que cuando está cayendo la noche la única opción es el Bar Central, alli nos juntamos todos y bebemos unas sidras, unos vinos y charlamos charlamos y charlamos. Guadalupe es la chica que atiende la barra, ya la conocia de otras veces y como es inevitable nos saludamos y enseguida se ocupó de que no me faltara de nada. Como el día habia sido muy largo enseguida me fuí a cenar y a la cama. Al día siguiente iba a ser un gran día, habiamos decidido subir a la estación de esqui de San Isidro e iniciarnos en este deporte completamente desconocido para mí.


Tambien aqui os dejo unas fotos de la tarde para que sigais viendo porque es tan fácil enamorarse de un sitio así.




Hecho de menos al resto de mi familia, piesnso lo maravilloso que sería si estuvieramos todos aqui juntos, pero también pienso que estos momentos a solas con mi hijo servirá para transmitirle valores, para vivir aventuras juntos y para unir nuestros corazones mas allá de la convivencia diaria sumida en problemas y objetivos escolares. A veces no hace falta que hablemos solamente nos miramos y notamos que estamos en perfecta sintonía y que compartimos sentimientos y emociones. Soy Feliz sencillamente. Hasta mañana.


1 comentario:

Luna dijo...

Con lo perezosa que soy yo para coger el coche, siento una enorrrrrme pero sana envidia al leer sobre tu viaje. Por las fotografias debe ser un paraje precioso en plena naturaleza. Lo disfrutaré, al menos, a traves de tu relato. Un beso